En la actualidad, en la carrera que se vive en el circo electoral, MEO según las encuestas quedaría cuarto en esta lucha entre los viejos partidos por llegar a la moneda. El “ex¬-díscolo” de la Concertación es segunda vez que se postula para la presidencia y donde ya hace algunos años tras fue Diputado por el Distrito N°10 bajo el alero del partido “socialista”. Pero quién es en realidad este personaje, o lo más importante que intereses defiende este político que según sus palabras viene a “refrescar la política” por “un nuevo Chile”.
Historia.
Marco Enríquez-Ominami es hijo del asesinado Miguel Enríquez, líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), grupo de durante el gobierno fascista de Pinochet desarrollo oposición armada bajo una orientación castro-guevarista, línea que se orienta por una dirección pequeño burguesa y no proletaria. Fue adoptado a temprana edad por el ex seguidor de su padre, Carlos Ominami, quien se iría al extranjero para refugiarse en Francia y luego volver a fines de los ´80 para arma el cambio de gobierno hacia la “democracia”. MEO bajo el alero de su padre adoptivo comenzó su trayectoria en el partido socialista como diputado en el 2005. Más tarde en el 2009 se proclamó como candidato a la Presidencia queriendo desligarse de la concertación, pero que finalmente sigue defendiendo los mismo intereses del viejo Estado.
Programa que propone
Dentro del ofertón que propone el candidato, destacan la creación de una “Nueva Constitución”, donde propone un Sistema Semi-Presidencial con un Parlamento Unicameral, país Federado y derechos esenciales (educación, salud, previsión) garantizados constitucionalmente. En apariencia “modernizan” o mejoran el sistema actual. Sin embargo de qué nos sirve que se una el parlamento si los viejos partidos van a seguir Gobernando. Al igual que con los derechos esenciales, si la actual constitución también lo garantiza, pero ni siquiera son capaces de cumplir.
Otro caso es la Agricultura y Nuevo Código de Aguas: ¿Cómo regular el mercado del agua, si el uso del agua está toda en manos de privados, y el art. 19 protege la propiedad privada y el uso del agua en ese sentido. ¿Expropias el agua? ¿Le quitas la concesión de aprovechamiento de agua? A quienes las adquirieron con abuso de poder y de información. Propone respetar el uso ancestral de las aguas, pero ¿Cómo hacerlo? si queda poco y nada de ese recurso por el avance progresivo de las forestales. No hay que excavar más allá para darse cuenta que no cuestiona el viejo Estado, sólo toma medidas que en la teoría mejoran, pero que por las condiciones donde los Grandes Monopolios y Terratenientes tienen el poder, sólo generan que el país siga manteniendo el capitalismo burocrático, la semi-feudalidad y seguir siendo una semi-colonia del Imperialismo.
Equipo Asesor
Marco Enríquez-Ominami dentro de su equipo cuenta con múltiples asesorías técnicas y profesionales. Sin embargo, detrás de lo “multidisciplinario” siguen pesando los mismos personajes de la “vieja política”, como el mismo la define contradictoriamente. Tras lo multidisciplinario se esconde la contención de las masas a través de propuestas que no alteran o no cuestionan ni la propiedad privada, ni las relaciones semi-feudales establecidas en nuestro país. Finalmente, dentro de su equipo asesor está su padre Carlos, defensor de los viejos partidos y los intereses del Viejo Estado.
Interés de clase
Por mucho que quiera desmarcarse de la concertación y criticar a la candidata del oportunismo Bachelet. En esencia no logra desmarcarse de los intereses que este bloque defiende. Su ideología burguesa trata de conciliar el imperialismo con el bienestar social del pueblo. El imperialismo aplasta este bienestar y usa la plusvalía de obreros, campesinos y pequeños burgueses para que los Monopolios sigan creciendo.
La frescura que pregona y todo el “marqueteo” sólo oculta las intenciones de revitalizar el viejo Estado y ofrecer gobernabilidad a los planes imperialistas. En definitiva sus intenciones se ven develadas con su propuesta: Mantiene el capitalismo sometido al imperialismo, es decir capitalismo burocrático, esto es, no defender al 99% del pueblo, por lo tanto estar en contra de éste y un promovedor de la existencia del Viejo Estado de carácter burgués-terrateniente.
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