Este mes se
cumplieron 47 años de la gran revuelta
popular de obreros y estudiantes que marcó un hito en Francia y el mundo, el
denominado mayo del 68, o mayo francés. Este alzamiento de las masas surge entre
los estudiantes universitarios y luego se unen los obreros franceses. El inicio
de esta revuelta se encuentra influenciada directamente por variados hechos
políticos de la época, como son: La gran Revolución Cultural Proletaria en
China, la lucha de liberación nacional de Argelia (contra la ocupación de Francia),
la Revolución Cubana dirigida por Fidel Castro y Ernesto Guevara y la Guerra de
Vietnam, que despertaba entre los jóvenes total repudio contra de la invasión
norteamericana y contra el imperialismo.
La historia da
diferentes fechas del inicio de este levantamiento, pero existe cierto acuerdo
que el 22 de marzo de 1968 en Nanterre,
a las afueras de París, comenzaron las revueltas por parte de los estudiantes universitarios,
en respuesta al arresto de manifestantes por protestar contra la invasión
imperialista a Vietnam. Las movilizaciones venían en alza, un año antes los
estudiantes de Nanterre se habían movilizado por una reforma en los
procedimientos de los exámenes, lo que politizó la universidad. Este fue el llamado
“Movimiento 22 de marzo”, la chispa que encendió la pradera, ya que el 3 de
mayo, los estudiantes de la Universidad de La Sorbona en pleno barrio latino en
París, y en solidaridad con Nanterre, iniciaron movilizaciones y tuvieron
peleas con estudiantes fascistas de derecha a lo que la policía respondió con
represión y arrestos, de ahí en adelante se vio desatada la furia de los
estudiantes en lucha por la democratización y contra la represión.
Estos hechos no
eran aislados, ya que se unían dos situaciones importantes a las ya mencionadas
en Nanterre, la primera era que la lucha de clases internacional iba en alza
por los importantes luchas ya mencionadas, lo que generaba más conciencia y lo segundo era la inestabilidad que vivía
el país, lo que hacía propenso un levantamiento, Nanterre fue solo la chispa
que desató la revuelta.
Lo cierto es que
los estudiantes en Francia se organizaron y exigieron la democratización de la
Universidad, sus demandas eran reivindicaciones propias de los estudiantes y
reivindicaciones de las masas a nivel nacional. La juventud actuó a la vez como
caja de resonancia de las masas francesas. Con el avance de la lucha de clases
a nivel internacional y nacional, por lo que comienzan a surgir grupos
comunistas – anti revisionistas, y algunos declarados abiertamente maoístas,
esta influencia político-ideológica tuvo mucha importancia, ya que fortaleció a
los cuadros y forjó la necesidad de fundirse con las masas más pobres y
oprimidas, los obreros.
El 13 de mayo
los obreros inician la huelga general en Paris, la cual no solo exigía mejoras
salariales sino que mayor participación y responsabilidades en la empresa por
parte de los trabajadores, pasar en parte a la co-gestión. Desde este punto es
que comienza una de las luchas más importantes de Europa, la cual modificó la
estructura universitaria de ese país, algo similar que ocurrió con la reforma
universitaria en Argentina, la que luego se expandió hacia el resto de Latinoamérica.
Si bien se lucho
por demandas sentidas de los universitarios como por mejoras en infraestructura,
contra los procedimientos de evaluación, por mejorar las relaciones
estudiantes-profesores. Este movimiento también apelo a demandas más propias del
sentir individualista de la pequeña burguesía, desligada de la lucha obrera,
tales como la liberación del sujeto, cuestión que se expresa en las consignas de:
“¡Está prohibido prohibir!” y “¡Seamos realistas, pidamos lo imposible!”.
De allí que nos
queda como lección la necesidad que los estudiantes universitarios se deben
ligar a las luchas del pueblo en los
diferentes ámbitos, es decir, a los obreros y campesinos del pueblo. La
revuelta del 68 fue un importante movimiento de masas que comenzó con los
estudiantes universitarios y que se expandió, pero se necesita aún más que eso
para la conquista del poder. El movimiento estudiantil y los jóvenes en general
deben tener como objetivo servir a la lucha revolucionaria por la conquista del
poder. El mayo del 68 demostró que las demandas
económicas tienen un límite y que para desarrollarse, para encontrar salida,
deben tener dirección y luchar por el poder.
El mayo del 68
avanzó en la medida en que se fundió con las masas más pobres. Los estudiantes
universitarios, si no están en contacto con las masas, no tienen los pies en la
tierra, desvarían teorías individualistas y se pierden en discusiones que no
apuntan a la destrucción del viejo Estado.
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